Es un producto irresistible, con colesterol bueno y beneficioso para el corazón

Cautiva con la vista, con el tacto -su textura cremosa o crujiente-; también con el oído -con el sonido de su corte, que debe ser limpio para asegurar su firmeza-; el olfato y los cerca de 400 aromas que desprende -aunque solo podamos apreciar 70-; pero, sobre todo, con el gusto, con esa explosión de sabores que puede desprender tras entrar en contacto con el paladar.